Cuando tuvimos que elegir un hotel en Florencia, nos regalamos el gusto de alojarnos en un Palacio, que hoy es el "Hotel Paris"; muy cerca del Duomo.
Conozca su lujoso interior y su historia desde la Edad Media; en la que incluyo la mención de personas famosas que se alojaron en este palacio; en lo que hoy es la "habitación presidencial" del hotel en la cual estuvimos.
Alojarse en un Palacio de Florencia.
El “Hotel París” de Florencia está ubicado en la Vía de Banchi, a escasos 300 metros del Duomo; y ocupa enteramente lo que fue el Palacio Venturi del siglo XVII, anteriormente llamado Palazzo Doni, y parcialmente lo que fue el Palacio Mondragone.
Eso explica el lujoso estilo interior que verán en las fotos, que nos transportan a aquellos palacios florentinos de varios siglos atrás.
Alquilar aunque sea una noche la mejor habitación (Presidencial), como hicimos nosotros en Septiembre del 2017 para darnos el gusto, con sus frescos originales del siglo XIX en el techo, su mobiliario antiguo, ventanas con vitraux, y su enorme hogar a espaldas de unos cómodos sillones.
La habitación se llama "Presidencial" pues allí se alojaron varias personalidades famosas y es muy grande, como ven en las fotos. Les garantizo que bien vale pagar su costo por una "noche especial".
El texto que sigue lo traduje de un folleto que estaba en la habitación, solo escrito en italiano, inglés y francés; al que yo le intercalé algunas fotos que tomé:
La Vía de Banchi (es la calle del hotel) fue construida en el año 1324 para unir la Vía Panzani con la Piazza Santa María Novella. Comunicó desde entonces los barrios de San Giovanni (Duomo) con el barrio de Santa María Novella.
El Palacio Venturi
La Historia del Palacio Venturi:
Hasta el Siglo XV en esta área existieron algunas casas de la Familia Bischeri. En 1599, de acuerdo a lo indicado por Francesco Ruggeri en su estudio sobre la Arquitectura civil Florentina, el Arquitecto Bernardo Buontalenti comenzó aquí un palacio para la familia Doni, que lo tuvo hasta el Siglo XVII.
Como parte de la “dote” por el casamiento de Clarice Doni, el palacio pasó a los Bourbons del Monte, que luego lo vendieron en 1667 al caballero Cosimo Venturi, quien lo embelleció.
Durante la ocupación francesa de Florencia, el senador Ippolito Venturi hospedó por algunos días en este palacio a José Bonaparte y Elisa Bonaparte, hermanos de Napoleón; dando suntuosas recepciones. Obviamente se alojaron en la mejor habitación disponible, que es la misma en que dormimos nosotros en esta noche especial.
Napoleón Bonaparte el 18 de mayo de 1804 estableció a Elisa como miembro de la Familia Imperial del Primer Imperio Francés, recibiendo el tratamiento de "Su Alteza Imperial"; y el 19 de marzo de 1805, la nombró "Princesa de Lucca y Piombino".
Al separarse de su esposo, Elisa recibe de su hermano el 3 de marzo de 1809 otro título: "Gran Duquesa de Toscana"; puesto que estaba vacante desde la abdicación de Fernando III de Toscana en 1801.
Elisa fue Gran Duquesa de Toscana hasta el 1 de febrero de 1814, fecha en que debió huir de la ciudad que estaba siendo ocupada por las tropas de su cuñado Murat, que había traicionado a su hermano y pasado días antes a la Sexta Coalición contra Napoleón.
Luego de la muerte de Ippolito, lo heredó su hija Marianna Garzoni Venturi, quien lo vendió al Príncipe Don Ercole dei Pío di Savoia en 1850. El príncipe lo usó como su residencia florentina, y puso en el palacio un precioso fresco creado por Doménico Veneziano.
La Arquitectura del Palacio Venturini:
La fachada sobre la Vía de Banchi luce típicamente Manierista: dos grandes portales y ventanas hasta el suelo, y dos filas de ventanas en el primero y segundo piso subrayadas por marcos y dinteles sobresalientes. Hay también una hermosa terraza caracterizada por una balaustrada de piedra.
En la entrada del palacio (hoy el lobby del hotel), se puede ver el escudo de armas de la Familia Venturi, con la corona de Anjou.
Veamos porqué aparece la corona de Anjou en el escudo de una familia Florentina.
La "Casa de Anjou" o "Dinastía Angevina" fueron tres dinastías de origen francés, de las que surgieron varias Casas Reales. Todas ellas toman el nombre del condado de Anjou, título que ostentaban sus tres fundadores.
Diferentes miembros de las Casas de Anjou reinaron en lugares tan dispersos como Inglaterra, Jerusalén, Sicilia, Nápoles, Polonia y Hungría.
En la década de 1210, comenzó en Florencia una disputa entre los partidarios del Papa (Güelfos) y los del emperador Federico II (Gibelinos). La república se dividió en dos sectores en guerra por el poder.
Cuando el emperador Federico II venció en la batalla de Cortenuovo (1237) se fortaleció abruptamente el partido gibelino en el norte y centro de Italia.
Por la presión de dicho emperador, Florencia reconoció en 1238 la soberanía del imperio, y un tiempo después en el puesto de "Podesta" fue nombrado el hijo ilegítimo del emperador Federico de Antioquía, que inició la política de centralizar la gestión y unificar Toscana en un solo estado.
La toma del poder de los gibelinos en la república causó gran descontento en la mayoría de los ciudadanos. Las principales familias Güelfas en 1248 abandonaron Florencia y fueron confiscadas sus propiedades; iniciándose una represión masiva contra la oposición. Encontraron refugio en la ciudad de Lucca, la única de la Toscana donde permanecía el gobierno Güelfo.
En el poder de la República Florentina se encontraba entonces el Conde Guido Novello, quien atacó Lucca y la obligó a expulsar a los Guelfos (1264). En ese momento, toda la Toscana estuvo en manos de los gibelinos.
Fue entonces cuando el Papa pidió ayuda al príncipe francés Carlos de Anjou y a cambio le entregó la corona del Reino Siciliano. Así Carlos marchó a deponer a Manfredo de Hohenstaufen, quien detentaba el poder en nombre del emperador Federico II.
En la batalla de Benevento (1266), Manfredo fue derrotado y muerto. En 1267 las tropas de Carlos de Anjou ocuparon la Toscana, obteniendo apoyo y financiación de los gastos de campaña de parte de los banqueros florentinos que eran simpatizantes de los Güelfos.
Al saberse que las tropas francesas se acercaban a Florencia, el conde Guido y los gibelinos huyeron de la ciudad. El poder en la república pasó nuevamente a los Güelfos, y Carlos de Anjou fue elegido para el cargo de Podestà, manteniendo este cargo durante los trece años siguientes. Para 1270, toda la Toscana estaba bajo el control de los Güelfos.
Durante el reinado de Carlos de Anjou, Florencia mantuvo su autonomía interna, aunque el rey tomó el control de la política exterior de esa república. El poder se concentró en manos de los nobles, banqueros y grandes terratenientes florentinos, liderados por el "Consejo de los Seis".
Luego, el Papa Gregorio X empezó a preocuparse por la creciente influencia del rey Carlos y de Francia; entonces en 1273 intentó lograr la reconciliación entre los güelfos florentinos y los gibelinos; pero Carlos y los güelfos radicales se opusieron totalmente.
Recién en 1280 el delegado papal Cardenal Latino dei Frangipani pudo lograr un acuerdo entre los güelfos y los gibelinos de Florencia, quienes acordaron dividir entre sí los municipios de la república.
Los gibelinos moderados retornaron a Florencia y se les devolvieron sus propiedades. Sin embargo los güelfos permanecieron en el poder, porque en Florencia los partidarios del emperador eran pocos y muy débiles en términos económicos.
La noble familia Venturi, descendiente de aquellos magnates que siglos antes apoyaron a los güelfos y recibieron con los brazos abiertos al príncipe francés Carlos I de Anjou y sus tropas; decidieron incorporar a su escudo la Corona de Anjou.
Pasemos a otro sector del hotel-palacio.
En el primer piso hay un salón (hoy es el desayunador) con el cielorraso original pintado en el Siglo XVIII por Bernardo Poccetti.
Te da la impresión de estar cometiendo un "sacrilegio", pues parece que estuvieras desayunando en la Capilla Sixtina, con esas bellas pinturas sobre tu cabeza.
En el segundo piso está la “habitación presidencial” (suite), que tiene el cielorraso decorado con frescos del Siglo XIX, en estilo Neo-Gótico. Ahí dormimos.
La decoración está dedicada al Tiempo, y en sus cuatro esquinas hay querubines realizando actividades relacionadas con las cuatro Estaciones del año.
La escena se completa con elementos vegetales y florales con los doce símbolos del zodíaco encerrados en escudos de armas.
En la habitación hay también un hogar de leños y una pileta de piedra, ambos del Siglo XVI.
Otros cuartos del palacio son usados hoy como elegantes habitaciones comunes del hotel. Las escaleras, pasillos internos, ventanas con vitraux y mobiliario respetan todos el mismo estilo del palacio original.
El Palacio Mondragone
La Historia del Palacio Mondragone
Una parte del segundo piso del hotel fue el Palacio Mondragone, que debe su nombre al Marqués de Mondragone, Flavio di Arazzola.
Este Noble napolitano se estableció en Florencia alquilando una casa en este lugar, comprado por la Familia Ricasoli. En 1570 el Marqués compró el edificio y contrató a Bartolomeo Ammannati para que lo transforme en un palacio real.
Flavio Mondragone fue muy cercano a Francesco I de Medici, habiéndolo instruido desde chico en favor de Cósimo I.
Parece que la esposa de Flavio, Donna Mondragone, favoreció los encuentros furtivos entre Francesco y una noble veneciana llamada Bianca Cappello dentro de este palacio. Dice la leyenda que el fantasma de Bianca aún habita las paredes del edificio.
Cuando la protección de Francesco empezó a declinar, los Mondragone dejaron Florencia y compraron su palacio a un Carnesecchi, el banquero Zanobi di Bartolomeo, por 7000 ducados.
La Arquitectura del Palacio Mondragone:
La fachada principal está sobre la Vía de Banchi, y su esquina orientada hacia Santa María Novella está adornada con un gran escudo de armas de la familia Ricasoli.
El emblema reemplazó uno de la familia Mondragone, a pesar que la familia no tuvo más el edificio por alguna clase de “Damnatio memoriae” (condena de la memoria) contra Bianca Capello y sus apoyadores buscados por Ferdinando I de Medici.
El edificio cambió de dueños muchas veces hasta nuestros días en que es parte del actual “Hotel París”.
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